Toda persona que haya tenido algún interés en la industria del cine ha oído hablar en algún momento del Festival de Cannes. En sus inicios, Cannes nació como respuesta al antiguo pero ya decadente festival de cine de Venecia, que había perdido toda su objetividad por razones meramente políticas. Los orígenes de este prestigioso festival de cine se remontan a la década de 1930, pero no fue sino hasta la década de 1960 que comenzó a ganarse un gran renombre en la escena cinematográfica mundial.

A pesar del reconocimiento del que gozan los premios Oscar actualmente, para muchos entendidos una Palma de Oro de Cannes resulta mucho más apetecible y encomiable que un Oscar. En Cannes el jurado es estricto, y solo participan las películas que son estrenadas en el mismo festival, no las que ya han pasado por los cines. Esto ha contribuido a la buena reputación del festival, que premia a películas más independientes en base a su calidad, y no tanto en su popularidad o en su país de origen.